ANDALUCIA AL DIA
PATERNA DE RIVERA
El viajero que entra en esta bella población gaditana se lleva la sorpresa de encontrar su título cambiado. No es Paterna de la Rivera, sino Paterna de Ribera. No esta ubicado este pueblo en la ribera de ningún rio. La documentación nos prueba que al ser recuperado este lugar del dominio musulmán, por la familia Ribera, de origen gallego, ésta puso su nombre. Con los siglos se fue olvidadando su origen y de aqui la razón de su actual deformación.
La segunda sorpresa que experimenta el visitante es la casi total destrucción de su casco antiguo. Parece absurdo que una villa levantada entre dos ciudades monumentales: Arcos y Medina Sidonia, se haya dejado dominar por las corrientes modernas y haya sacrificado gran parte de su acervo arquitectónico en el ara de un falso progreso. Nos consta que el caserio de Paterna, siendo mas pequeño que el de sus vecinos, tenia muchos puntos de contacto con ambos.
Paterna sólo conserva en su plaza mayor digno de destacarse su parroquia. Todo lo demás se ha sustituido por edificios funcionales. Hasta hace pocos años mantenia en pie a sus nobles casonas, como la del señor del lugar, pero hoy solo queda de ellas el recuerdo. Donde antes había casitas unifamiliares con tejados, solería de ladrillos, blancas fachadas con ventanas y balcones hechos con hierros forjados, ahora se alzan bloques de vivienda de repetido módulo, con antiestéticos herrajes tubulares y sueltos de terrazos. Afortunadamente parte del pueblo aún no ha sufrido las corrientes renovadoras y alcanza un perfil que pudieramos definir como pintoresco, aunque algo maltratado.
Para buscar lo antiguo en Paterna de Ribera hay que ir a visitar sus manantiales de aguas medicinales. No lejos del pueblo se alzan viejas construcciones del siglo pasado, que fueron alzadas en un tallido intento de explotar económicamente sus salutiferas fuentes. Estudios científicos han demostrado el valor de las mismas, pero falta su promoción. Si los vecinos de Paterna hubieranpuesto todo el impulso desperdiciado en reformar su plaza mayor, en la organización de un buen balneario o en la construcción de una planta embotelladora, su porvenir no se hubiera basado sólo en las explotaciones agrícolas.
Paterna aun está a tiempo de promocionar esta industria y, creando nuevos puestos de trabajo en torno a ella, elevar su nivel de vida. Sólo falta una buena información de los técnicos y el capital preciso para encauzar la magna obra.
Joaquín Gonzalez Moreno
Publicado en ABC, Miercoles 30 de Noviembre de 1983 pag. 23
(Revista 0 El Alcaucil, 1988)