Paterna te Espera.
Articulo presentado bajo el pseudónimo de"Juan del Arroyo Hierro" al Concurso Periodístico de Exaltación a la Petenera convocado por el Ayuntamiento de Paterna de Rivera en 1998
Vista de Paterna (Vicente C. Cortés) |
Cualquier día del año es bueno para visitar la villa gaditana de Paterna de Rivera, aunque debo reconocer, que cada época del año tiene sus alicientes.
El día que usted venga puede comer, en alguno de los restaurantes del pueblo, los guisos que han hecho famosa la cocina paternera: Tagarninas esparragás, revuelto de espárragos, perdiz estofada, conejo en salsa o un buen plato de caracoles. Elija lo que elija será para su paladar un magnifico disfrute.
Pero si el lector es aficionado a los caballos; sabe que Paterna es tierra de ellos, donde se les cuida y mima como al propio hijo. Su uso y disfrute ha sido una necesidad convertida en arte. Es un orgullo para los caballistas paterneros seguir las huellas de aquellos maestros de la doma que fueron D. Antonio Calero, D. Juan Candón y el todavía en forma D. Salvador García Cebada.
Esta pequeña villa gaditana puede presumir de convocar una de las demostraciones de doma vaquera más importantes de España y de haber conseguido organizar el pasado año, el Campeonato de España de dicha especialidad hípica.
Todo gracias a la entrega, el trabajo y al tesón de la Peña La Herradura.
Durante el mes de Septiembre los caballos vuelven a tener su fiesta en Paterna: La Romería de San Sebastián, donde los caballos de la zona lucen su buena doma y los jinetes y amazonas sus mejores galas.
De una cosa estoy seguro, si usted la conoce habrá vuelto y si va alguna vez volverá a la Romería Paternera.
También puede venir en Febrero. El Carnaval de Paterna siempre tuvo fama, no sólo por sus coplillas sino por la gracia de sus máscaras. No hay cabalgata del Humor porque toda la fiesta es una gran bufonada donde reina la gracia, la alegría y el buen humor. Juan Caravaca, con sus murgas, el Viñolero y el Maestrito con sus parodias callejeras me hicieron pasar los días más felices de mi juventud.
Semana Santa (Vicente C. Cortés) |
Al llegar la Semana Santa las calles de Paterna se impregnan de olor a claveles, rosas, nardos, cera e incienso para recibir, como todas las primaveras, el paseo nocturno de su Patrona, la Virgen de la Soledad, a la que los paterneros saben expresar, con sus sentidas saetas, todo el Amor, Fe y Esperanza que en Ella tienen depositadas. En cualquier esquina del recorrido procesional, durante el Jueves o Viernes Santo podremos escuchar las saetas pero no se pierda usted las que se cantan en el Bar del Perro. Todos los años, hasta su muerte, Antonio Pérez, El Perro de Paterna, solía cantarle algunas saetas a su Patrona. Ahora, sus compañeros y amigos le cantan en su nombre a la Soledad, seguros que también él desde el cielo los está escuchando.
La Semana de Pasión termina con la alegría del Toro del Aleluya, otro motivo más para venir a visitarnos y poder correr delante del morlaco, si es usted joven, valiente y ágil o verlo desde algún balcón, azotea o en la calle, que en todos los sitios se pasa bien.
Si le gustó el toro del Aleluya, vuelva unos meses más tarde y seguro que lo pasará mejor durante la Feria. No solo podrá disfrutar de los toros en la calle sino que además podrá asistir a la entrada del ganado bravo, traído del campo por los garrochistas, al más puro estilo de principios de siglo. Prolongar su visita hasta bien entrada la noche con el cante y baile en las casetas, en las que seguro que será recibido como un amigo más.
¡Pero esto, no se lo puede usted perder! Último fin de semana de Julio. Paterna se viste de gala para recibir a todos los participantes en su Concurso Nacional de Cantes por Peteneras.
La cantaora que sigue viva en el aire de Paterna y hace que su espíritu flamenco se asome para dar la inspiración necesaria a todos los concursantes que durante las fases de selección se afanan en demostrar al jurado que son dignos sucesores de la Dolores la Petenera.
Cartel XXXII Concurso Nacional de Cantes por Peteneras |
La noche se hace mágica al recibir los cantes de los ilusionados finalistas. El público enmudece y queda absorto, lloran las guitarras y el cantaor levanta su voz a las estrellas que sirven de techo al recinto. Pasión y emoción. Todos ganamos porque el paternero, generoso donde los haya, premia con su aplauso y olé, la entrega, el entusiasmo y el bien hacer de todos los concursantes. Ya no hay forasteros: Paterna los ha embrujado con su hospitalidad y arte.
Y por último el Fin de Fiestas que como todos los años nos tiene preparado Paterna para honrar, no solo a sus visitantes sino a su legendaria Petenera, a la que usted, si es amante del flamenco o de Paterna, tiene que hacer una visita, en su nuevo emplazamiento de la Plaza del Pozo Medina, esa que una vez puso crespones negros en sus ventanas porque ya la Petenera no bajaría más por agua.
Caballos, toros, flamenco, gastronomía y sobre todo sus gentes son razones suficientes para venir a conocernos. ¡Qué no se lo cuente nadie! Venga y vívalo con nosotros.
Revista 27 El Alcaucil (1998)
Autor: Juan del Arroyo Hierro
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